martes, 17 de mayo de 2011

La tierra de los saltos de agua

Foto: Wayfaring

Hablo de Isla Mauricio, un pequeño islote, antigua colonia de Francia primero y del Reino Unido después, situada en el este de África, junto a Madagascar y que forma el 25º país más pequeño del mundo. Un país repleto de playas absolutamente paradisíacas, como las que encontramos en la pequeña isla, junto a la cosa de la principal, llamada "Île aux cerfs" (Isla de los ciervos en francés).


Sólo la enormemente exhuberante naturaleza es capaz de hacer sombra al relax que puede ofrecernos la costa oriental, con playas como la vista, un ejemplo son las omnipresentes "Trois mamelles", visibles desde casi cualquier punto de la isla:


o el paisaje pseudo-lunar que podemos ver en las "Terres des 7 coleurs" al sur de la isla:


hallado en un claro en medio del gran macizo central, impresionante igualmente por su frondosidad:

Foto: Notcub

Pero vamos a lo que da título a este post, y es que yo diría que, aparte de las playas, lo que realmente le da la fama a mauricio de destino Edénico es la magia de sus saltos de agua para todos los gustos, desde finos y solitarios, como el formado en la garganta del río Negro:

Foto: Pasojo

hasta caudalosos y aturullados, ejemplificado en la Grand Rivière:


Y para completar el espectro de variedad, podemos pasar por el conjunto de Chamarel, cayendo al vacío:

Foto: Aliwade

Enlazadas, como las cascadas del Tamarindo:

Foto: Mag22

o para darse un buen chapuzón y terminar el viaje, al menos por hoy, con las cascadas en Rochester:


Hasta la próxima.

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